Ubicado en Chicama, a 60 km. al noroeste de Trujillo, es uno de los yacimientos arqueológicos de más valor en la costa norte del Perú.


Cuenta con una prolongada secuencia cultural, comprendida desde el período precerámico (5 mil años de antigüedad) hasta nuestros días.


Su importancia se debe al descubrimiento de una gran pirámide de adobe de 30 metros de altura, con más de 15 siglos de antigüedad, y a la comprobación de que la iconografía moche también se expresó en imágenes de alto relieve y color.


Los trabajos de investigación y excavación datan de 1990. Desde entonces, hasta la fecha, y gracias a un convenio sostenido por el Instituto Nacional de Cultura - La Libertad, la Universidad Nacional de Trujillo y la Fundación Augusto N. Wiese -con la contribución económica anual del Banco Wiese Sudameris- se extenderán hasta el 2005, plazo hasta el cual esta joya de la arquitectura pre-hispánica del Perú debe seguir deslumbrándonos con todos los misterios que aún resguarda.

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